viernes, 5 de octubre de 2007

CRISTO ESTÁ VIVO

Intro: Vivimos tiempos de un hambre de espiritualidad, la gente se vuelca a grupos esotéricos, la gente busca en el yoga, el reiki, etc… satisfacer su vacío espiritual, otros lo llenan con intelectualidad, con trabajo, con miles de cosas pero nada satisface el alma sedienta, la religión tiene saturada a mucha gente, cansada de sus ritos que muchas veces carecen de sentido… sin embargo el hombre y la mujer sigue en búsqueda….
de ahí se hace fundamental tener una fe en la persona de Cristo.

¿Qué clase de Cristo es el que tienes?

¿está vivo?

……La tremenda noticia llegó a oídos de un hombre bien intencionado, de un hombre con hambre, pero con dudas respecto a que Jesús pudiese estar vivo, este hombre representa a muchos que conociendo la religión han sido criados bajo el evangelio, el catolismo, bajo una cultura “cristiana” pero algo falta….

Que paso con Tomás?.

I. No estaba en el momento indicado.

19Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.

20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.

21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.

Juan 20:19-21

· Los discípulos tenía temores, sin embargo estaban unidos y juntos, pero Tomás no estaba, ¿Dónde estaba?

· Jesús pronuncia el saludo hebreo, que ahora era más que el saludo típico “Shalom”, realmente ahora tenían paz, pues Cristo es el príncipe de paz.

· Tomás no vio a Jesús, no tuvo un encuentro con el maestro. Los discípulos que estaban tuvieron un privilegio, es que el Señor honra a los fieles. ¿Dónde estaba Tomás?, Jesús se encargo de disipar las dudas, le mostró las manos y el costado.

· Tomás no escucho al maestro, la orden del Señor. Es que tener un encuentro con el maestro no solo es para regocijarse, sino para recibir sus palabras y sus órdenes. La orden es titánica,

“Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.” pero posible, si el Señor fue enviado por el Padre, con esa misma autoridad, hoy somos enviados, con la misma obediencia, con la misma humildad, estamos enviados con el respaldo del Padre. ¿pero donde estaba Tomás, que no escuchó esta orden?

II. Tarde llega Tomas y no cree.

24Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.

25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.

26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.

27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!

29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

Juan 20:24-29

· Queda muy claro que Tomás se perdió la bendición, por faltar, no tuvo su encuentro con el Señor, pero no solo eso, sino que:

· No esta dispuesto a aceptar que Jesús está vivo, el Cristo de Tomás estaba muerto, sepultado, cuantos “cristianos” tienen un Cristo muerto? Un Cristo sin poder.

· Pero no todo está perdido, pues aunque Tomas faltó, el Señor siempre estuvo con él,

· pasó una semana, esta semana representa el tiempo que perdemos, una semana para olvidar, una semana de amargura, mientras los demás discípulos están llenos de gozo, ¿has tenido esas semanas para olvidar?

· cuando se aparece el maestro, se dirige directamente a Tomás, pues Jesús había estado con Tomas en su incredulidad, pero ahora no le muestra sus manos y costado, sino que va más allá, le dice a Tomás pon tu dedo en mis heridas… ante esto Tomás cae rendido, no se atreve a hacer eso, pues sabe que hacerlo sería una ofensa.

III. La declaración de Tomás.

Tomás hace una declaración que resuena hasta hoy, “¡Señor mío, y Dios mío!”.

· 1° Cristo está vivo, se puede entablar una conversación con Él.

· 2° Lo Reconoce como su Señor, quien tiene toda autoridad, quién manda.

· 3° Lo reconoce como su Dios, los judíos no podían llegar a esta conclusión, Jesús es mucho más que un profeta, más que un iluminado, Jesús es Dios, quien salva de la muerte, pues ya la venció.

IV. La declaración de Jesús.

Jesús entrega una bendición maravillosa con un alcance para cada uno de nosotros, de

los que se rinde ante Él. “bienaventurados los que no vieron, y creyeron.”

· 1° Haz tenido un encuentro con Jesús?

· 2° Haz hecho de Cristo tu Señor y Salvador personal?

· 2° Haz escuchado y obedecido la orden del Señor?

1 comentario:

Comunidad Familiar COMFAM, AC dijo...

Gracias, es una bendicion su escrito.